GRITO es el nombre del solo que combina danza y artes visuales con una adaptación del texto Monologo della Puttana in Manicomio, escrito en 1977, por Dario Fo y Franca Rame.
En este proyecto, por invitación de la actriz y productora Mariana Guimarães, Rómulo Bandeira trabajó en dos aspectos creativos. Como artista gráfico creó toda la identidad comunicativa de la muestra, desde sus ilustraciones hasta piezas impresas y digitales. Como artista visual diseñó el escenario e invitó al artista visual Nando Pontes a ejecutar la propuesta que se incorporó a la performance artística, presentaciones de pintura en vivo, que construyeron sesión a sesión, durante cuatro meses, el ambiente visual de la muestra.
La obra, dirigida por Antônio Guedes, cuenta la historia de una prostituta encarcelada en un asilo penitenciario por haber prendido fuego a la oficina de un gran empresario. El personaje cuenta la historia de su vida, revelando que es plenamente consciente de su condición y que, incluso reconociéndose marginal, encuentra la fuerza para reaccionar ante quienes considera sus opresores: los hombres.
Al son de testimonios reales y ficticios de prostitutas, el escenario conformado por un gran lienzo de 36m2 fue pintado en vivo, redefiniendo el tema central abordado a través de imágenes con fuertes referencias a la estética urbana caótica en cada presentación.